jueves, 4 de mayo de 2023

BRM 400 Astorga-Bragança

 Ya no suelo hacer entradas en el blog porque, sinceramente, no creo que ya tenga muchas cosas que aportar al haber tantísima información por todos los sitios sobre rutas y aventuras de bici, pero este Brevet, que ofrecía un recorrido inédito por el interior del noroeste peninsular, bien merece sentarse un rato y dedicarle una crónica. Además tuve momentos de debilidad que me gustaría poner negro sobre blanco, para tenerlos presentes y evitar en lo posible caer en los mismos errores.

 

Los organizadores son Astorga Randonneurs con Salva Pal a la cabeza, que aunque no estuvo de manera presencial ya que está haciendo la vuelta a la Península, estuvo en todo momento animando y pendiente de todos sus niñ@s. 

Un brevet espectacular que iba recorriendo las provincias de León, la comarca de Sanabria en Zamora,  Trás-os-Montes y el Parque Natural del Duero. 

Nos dimos cita la víspera sobre las 20.30 h en el Bar Oasis para recoger los cartones y así poder acelerar la salida al día siguiente. Siguiendo la recomendación de los organizadores, aprovechamos para cenar una hamburguesa allí y así poder ir a la cama directamente. 

6:00 am- La salida estaba prevista a las 6.00 am en el Bar Oasis y desde allí salimos unos veinte participantes dirección Astorga siguiendo el Camino de Santiago :-). 

Conseguí ir con el grueso del grupo durante un buen rato, pero los primeros 18 km iban picando hacia arriba y supe que yo no iba a ser capaz de aguantar mucho más tiempo ese ritmo. Además, tuve que parar para atender necesidades ineludibles que frustraron definitivamente las pocas posibilidades de reengancharme al grupo. 


De los veinte participantes quedamos descolgados Iñi y yo y cuatro unidades más que venían por detrás. Una vez amanecido y mucho más a gusto, empecé a disfrutar del paisaje, de la tranquilidad de la LE133 y de un terreno bastante fácil rumbo a la Puebla de Sanabria en dónde teníamos pensado parar para desayunar (Km 95 aprox.).

Aquí coincidimos con Jorge un randonneur que parecía sacado de 1930, ¡un grande!


10:00 am- Llegamos a la preciosa Puebla de Sanabria cruzando el río Tera y dándonos la bienvenida el fabuloso Castillo-fortaleza de los Condes de Benavente.

Aprovechamos para reponer energía porque a partir de aquí nos internamos en un terreno de marcado carácter montañoso. 

Aquí llega Pepe, un Randonneur de Zamora de "pata negra", de los que se toman su tiempo y saben medir sus fuerzas perfectamente. Nos cuenta que hizo la LEL el año pasado. ¡Otro grande!. 

El paisaje es fantástico en esta época del año, el brezo, el tojo y la retama pintan de rosa y amarillo los montes a nuestro paso. Una pena que no tenga foto de esta zona. En un continuo sube y baja llegamos a la frontera con Portugal en dirección a Bragança dónde se encuentra nuestro primer control (Km 134). Rodamos a través del Parque Natural de Montesinho que es un regalo para los sentidos, la floración está aquí en pleno apogeo y además del brezo se puede ver mucha jara completamente florecida. 




12:30 pm- Llegamos a Bragança, cuna de reyes de Portugal, y atravesamos toda la ciudad cuesta arriba buscando un sitio en el que podamos sellar. Finalmente encontramos un Pub dónde nos tomamos unas coca-colas, aquí íbamos con Jorge, y proseguimos ruta sin detenernos demasiado tiempo. El casco histórico queda pendiente, cualquiera osa introducirse por ahí en un 400.

El terreno ya no da tregua, es un "rompepiernas" constante aunque todavía los repechos no se hacen demasiado pesados. 

14:30- Paramos en Izeda para comer algo. Llevamos ya 180 km y la cosa se empieza a poner interesante. Nos esperan subidas de unos 6km aprox. a una media del 4 %. En condiciones normales suena bien, pero en un 400 esas subidas acabarán pasando factura. 

Comimos estupendamente en el Restaurante A Regada, el dueño nos recomendó el cocido, que era el plato del día, así que no nos pudimos resistir. Al principio tuve mis dudas, pero he decir que me sentó de maravilla y que me dio fuelle para afrontar los km que teníamos por delante. 


Desde Izeda, descendemos hasta llegar al río Sabor para tener que recuperar lo que habíamos perdido. A partir de aquí empezamos a subir una suerte de puertos (no los puedo llamar así porque en realidad no lo son) pero son las subidas a las que me refería anteriormente que ya no podemos calificarlas de meros repechos. De esta manera nos adentramos en la zona del Parque Natural del Douro/Duero hasta llegar a la preciosa localidad de Miranda do Douro. 

El calor y el desnivel ya hacen mella, pero todavía queda mucha tela que cortar. 

17:15- Llegamos a Miranda do Douro Km 235, segundo punto de control. Paramos en la Pousada de Santa Catarina (Las Pousadas son como los Paradores de Portugal). Pregunto en recepción si me pueden sellar, y me dicen que sin ningún problema. ¡Mira que son majos los portugueses! 

Nos tomamos una coca-cola en la espectacular terraza con vistas al Douro. Vemos perfectamente la carretera por donde vamos a descender y luego la subida que tenemos por delante ¡Madre Mía! :-)

Después de la pronunciada bajada por la N218, nos disponemos a remontar el Douro, ya Duero, puesto que cruzamos la frontera de vuelta a España. 
Son otros 6 km aprox. de los cuales el primero es el más duro, luego va suavizando, pero ya llevamos 250 Km en las patas y hemos acumulado la mayoría del desnivel de toda la ruta.




Una vez superada la subida, hay que volver a cruzar el río. La ruta inicial, cruzaba el Duero por el Puente Requejo, un precioso viaducto que supera los Arribes, pero está cerrado por obras, lo que obligó a cambiar la ruta y añadir unos kilometrillos más. 
Seguimos por la ZA324 para cruzar el río por el Salto de Villalcampo y por supuesto, tuvimos que volver a superar otra subidita de otros 6 km.
Me animo al pensar que es la última subida larga y que a partir de aquí el terreno va a suavizar bastante, pero la realidad será que se me va a atragantar todo este tramo hasta llegar al siguiente control.





20:30- Llegamos a Pino de Oro (Km 275). Me dice Iñigo que según Salva, a partir de aquí es bastante llano, noticia que recibo gustosa, y continuamos dirección Fonfría (aquí fui que rescatar a Iñigo durante la CARSAN de 2020 por causa de una avería que le obligó a abandonar la prueba) 



Después de unos 3 km por la nacional, giramos a la derecha para volver a incorporarnos en una tranquila carretera con un firme bastante deteriorado que hace que se agarre la bici. Aquí debería haber comido algo, pero como parezco nueva, siempre pienso que voy bien hasta que me llega la pájara. NO ESCARMIENTO, es increíble que siempre cometa los mismos errores con la alimentación. En el Km 290 justo en el puente que cruza el Esla, le digo a Iñi que tengo que parar un rato, que estoy un poco mareada. Me tomé un gel que me dio alas y pensé, a ver lo que me dura el subidón. 


Aprovechamos la parada para encender luces y ponernos chalecos reflectantes y con sabia nueva, afrontar los km restantes hasta la deseada Tábara en el Km 315 (lugar del último control antes de llegar a meta).
La noche se iba echando encima y a lo lejos se podían ver algunas cortinas de precipitación que por suerte, no descargaron nada a nuestro paso. 
Nunca 25 km se me han hecho tan largos, Tábara, la deseada, no llegaba nunca. Si bien era cierto que el terreno era predominantemente llano, tenía algunos repechos endiablados que a veces marcaban entre el 8 y el 10%. 
La verdad es que necesitaba comer algo en condiciones y empezamos a temernos de que en Tábara no hubiera nada abierto para cuando llegáramos, ya que estábamos tardando más de lo previsto. Iba con la reserva puesta y no daba más de sí. 

23:30- Tábara Km. 320 (5 km más de lo previsto). Por suerte, había un par de sitios abiertos y en uno de ellos, la dueña de lo más amable, nos dijo que nos preparaba un bocadillo sin problema. ¡Un cielo de mujer!
Cargué bien los depósitos para afrontar los últimos 90 Km. Los primeros 30 fui a rueda de Iñi sin problemas, pero después me empezó a dar otro bajonazo por causa sobre todo del esfuerzo extra que hay que hacer de noche. 
Tengo sentimientos encontrados con la noche, por un lado me fascina poder disfrutar de esa oscuridad, de las estrellas, de los pájaros nocturnos que entonan melodías que me recuerdan al mito de las "sirenas de Ulises", ya que esa tranquilidad puede tornarse en un buen susto.
A Iñigo casi se le mete en la rueda una especie de zorrillo y a mi me salió un jabalí, sin ningún riesgo de choque, pero que me dio un buen susto. 
Como alma en pena y con algunos momentos de debilidad mental, encaré el regreso a San Justo de la Vega después de mi "Guerra de Troya" particular y con la ayuda de mi fiel marinero que no dejó de animarme ni un solo instante. 

5:15 - ¡Por fin! Tardamos mucho más de lo que habíamos previsto, pero lo logré a pesar de los momentos de debilidad. 
Todos los participantes terminamos la prueba sanos y salvos y sin ningún percance. 



EPÍLOGO
Unas horas más tarde, nos levantamos y fuimos a Astorga para celebrar lo conseguido con un delicioso Cocido Maragato en Casa Maragata I. 


Después de comer, aún quedaban ganas de dar una vuelta por Astorga y disfrutar de su patrimonio histórico-artístico. 
Fue fundada en época de Augusto en el 14 ac como campamento militar para salvaguardar la zona norte después de las guerras cántabras y como asentamiento de la Legio X Gemina.
Debido a su posición estratégica se convertirá pronto en importante nudo de comunicación que uniría La Galia desde Burdeos mediante la Via Aquitania y la Via XXV desde Emerita Augusta.
Durante la Edad Media vivió otro periodo de auge y esplendor gracias al apogeo de la peregrinación a Santiago. 
La cuidad fue durante siglos sede episcopal, de ahí la riqueza de su patrimonio religioso destacando la Catedral de Santa María cuya construcción comenzó a finales del S.XV y el famoso Palacio Arzobispal comisionado por el obispo catalán Grau Vallespinós a Antoni Gaudí en 1889. 





Ha sido una experiencia inolvidable, con bastantes momentos de penuria pero, ¿Quién dijo que la larga distancia es fácil?

4 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena, Clara! Tienes una cabeza envidiable. Ya, te lo repito siempre, pero es que en esos momentos de flaqueza tú no fallas.

    Da recuerdos al fotógrafo ;).

    PD: Me alegra leerte, aunque sea de uvas a peras ;)

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  2. Grande Clara!!!. Este año si que vas directa a París....y con final feliz!!!

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  3. Acabo de leer tu crónica, Clara. Qué es eso de que no tienes nada que aportar... Todo lo contario. He disfrutado mucho leyéndola. Te animo a que sigas con ellas.
    Y bueno, sobre tu fortaleza mental, poco que decir ya. Envidiable. A mí, los 200 siempre se me acaban haciendo bola, así que ni te cuento lo que sería un 400 (y con llanuras o viento, jejeje).

    ¡Un abrazo!

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    1. ¡Muchas gracias! Pero aquí precisamente la fortaleza mental brilló por su ausencia. Sí no llega a ser por Iñi, me tiro con bici incluida por un barranco del Douro y aparezco en Oporto 🤣

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