martes, 28 de julio de 2015

Tourmalet doble (73 Km)

Como no podía ser de otra manera, nos llevamos a Pepe a subir uno de los grandes, el Tourmalet.

No importa las veces que se suba, siempre es una gozada. En las últimas ediciones del Tour se le ha maltratado un poco, nunca pasa nada en el Tourmalet, una pena.
Ésta era la tercera vez que lo subía por su vertiente de Luz y la primera vez por Campan.

Después de haber probado las dos, creo que la cara de Luz me sigue gustando más, pero tengo algunas dudas.

Aquí no es como el Ventoux, que sí o sí hay que subirlo por Bedoin, éste es diferente, las dos caras son espectaculares e igualmente duras. Así que abro debate en busca de opiniones para ver cual es la favorita de la gente.







Imagen de Altimetrias.net
Os paso el enlace de la entrada que hice hace dos años de la subida al Tourmalet por Luz . Solamente decir, que ahora el estado de la carretera es perfecto y que el paso de las inundaciones ha quedado en un mal recuerdo y en el testimonio de algunas rocas que todavía quedan en los márgenes de la Gave.

Sólo puntualizar, que la primera vez que lo subí tomé la Vía Figon (antes de llegar a superbareges a tu derecha). Ahora este tramo permanece cerrado. Desconozco si está ciclable, no nos atrevimos a meternos por si la carretera en algún momento desaparecía. Si alguien sabe algo, por favor que me lo diga, porque esa vía es mucho más bonita que el tramo nuevo a través de la estación de Superbareges.









¡Nada mal!
El mar de nubes característico


Hoy me detendré en la vertiente de Campan, que era la subida  inédita para mi.

Decir, que se me hizo más dura que su hermana de Luz, pero llevar un Tourmalet en las piernas se nota y probablemente si se sube más fresc@ las sensaciones sean distintas. En cualquier caso, el Tourmalet es un bicharraco de cuidado por sus dos caras.
Imagen de Altimetrias.net

Quizá una de los puntos a favor de la cara de Campan, es que los primeros Km son muy boscosos, la otra cara es más expuesta.                  
Además, los primeros Km son muy llevaderos a pesar de alguna que otra rampa y nos permitirán comenzar a calentar las piernas de nuevo.

Cuesta lo suyo empezar a subir otra vez, sobre todo después de la bajada y la parada en Sta. Marie de Campan para tomar un "Pan au chocolat" (Napolitana de chocolate en mi pueblo).
Cuando lo iba bajando, no podía evitar grabar en la cabeza alguna que otra recta por la parte de la Mongie, y pensé que mejor ir un poco conservadora para reservarme.

A partir del Km 10, te puedes olvidar de relajarte, ahora sí que te tienes que emplear a fondo.
Por aquí me pasó un chavalín con un maillot de Donosti, que me quitó las pegatinas. Qué fácil subía, me sentí como un paquetón espantoso, pero claro, ¡cómo nos vamos a comparar!

Desde Artigues, la cosa se pone seria. Se me atragantó bastante el tramo de los túneles. Menos mal que la niebla no me permitía ver las rectas, pero me las podía imaginar porque las había grabado en la mente mientras bajaba. 
Túneles
La verdad es que a pesar del esfuerzo, porque me costó, iba disfrutando de una paz increíble. Supongo que como ya no era la primera hora de la mañana, no había tanto trasiego de vehículos ni de ciclistas. 
Así que hasta La Mongie, disfruté de una soledad impresionante, pero vamos, muy a gusto.
Iñi abandonando la niebla
En  La Mongie, empecé a dejar atrás la niebla y pude contemplar un estupendo mar de nubes. 
La Mongie es un complejo invernal espantoso, si no fuera por la estación, definitivamente esta cara sería la mejor, pero esas moles de edificios estropean el entorno. 
Lo bueno es que vas más entretenido viendo gente y aquí sí que ya encontré muchos más ciclistas. 

Fue a la salida dónde pasé a un grupito de Barcelona. El más joven debía tener 60 años y alguno rondaba los 70. ¡Qué maravilla! Vaya grupeta más maja y disfrutona. Luego estuvimos un ratito con ellos en la cima.
Tenían más km de desnivel positivo en las piernas que muchos machakas. Todos los años se iban a subir puertacos. 

Bueno, pues después del inciso diré que los últimos Km son tan espectaculares como duros. Un final impresionante. Además se suelen poner fotógrafos en la última curva y no te queda más remedio que darlo todo. 






Así las cosas, me veo coronando este coloso por su cara de Campan, y con buenas sensaciones considerando que lo había subido dos veces. 
Ya está hecho

Éste es otro de los imprescindibles con ambas caras espectaculares. Hay que subirlo al menos una vez. 

La ruta de hoy termina totalmente cuesta abajo, así que simplemente te dejas caer con cuidado y te vas directamente a tomar una cervecita en la plaza de Luz. 

3 comentarios:

  1. Lo cuentas como si fuera un paseo. Me da la impresión que estas vacaciones habéis disfrutado de lo lindo.!!!.

    Un besote. Ahhh y a mi me gusta mas la cara de Campan....jejejeej

    Un saludo. David

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    Respuestas
    1. ¡Pero si me costó lo suyo! El primero me lo subí más o menos bien, pero en el segundo hubo un tramo hasta La Mongie que iba pidiendo la hora.
      De momento Campan 1- Luz 0

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  2. Nada, está claro que está como una moto: no tuvo bastante con un Tourmalet, pues lo sube 2 veces, qué tía.

    Por cierto, ¿en qué cara está la famosa fuente? Sainte-Marie de Campan, ¿no? Pues por ahí subiría yo si pudiera, aunque menuda paliza.

    Bravo, vaya vacances lleváis...

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